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El auto-conocimiento como piedra angular del Liderazgo

2016-03-16

     Conocernos a nosotros mismos, es la piedra angular sobre la cual construimos el liderazgo de nuestras vidas, es el basamento que nos brinda la oportunidad de edificar nuestro éxito.

     El Liderazgo, tiene como plataforma, el conocimiento de uno mismo, y que está fundamentado principalmente en el aforismo griego que dice: “Conócete a ti mismo”, el cual estaba inscrito en el pronaos del templo de Apolo, en Delfos.

     Este concepto, nos catapultará de manera directa al entendimiento de los demás; recordemos  el principio universal de correspondencia, que está escrito en el axioma hermético “Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba”; este principio nos puede hacer conocido lo desconocido, es decir, en la medida en que nos conozcamos a nosotros mismos, conoceremos y entenderemos a los demás.

     Este viaje inicia cuando percibimos un área de oportunidad en nosotros mismos, es decir, cuando nos vemos frente al espejo, sin tapujos, sin consentimiento, es cuando de manera innata, ya no nos sentimos cómodos con algo de nosotros mismos, es ahí donde aparece el concepto que defino como “el confort angustiante”, es el momento previo al rito de iniciación del auto-conocimiento, donde las emociones, los sentimientos y la lógica parecen estar en su lugar, sin embargo, tenemos una constante sensación de que algo nos falta. Y esa sensación de vacío, es la llamada a la preparación de la ceremonia del auto-conocimiento. Este paso, en algunas ocasiones se presenta para contrastarnos con otros seres humanos que nos rodean, es decir, observamos en los demás algo que nos  gusta y que creemos no tener, y nos despierta el deseo de adquirir esa actitud, o en el caso contrario, observamos en alguna persona una actitud negativa, y nos damos cuenta que es dañina esa actitud, por lo tanto inspeccionamos si la poseemos, entonces tomamos la decisión de disparar un cambio; todo líder es necesario que de el primer paso para iniciar un proceso de sanación de creencias dañinas o actitudes dañinas, que bloquean su carrera y sus relaciones personales.

     A esta etapa del proceso también podemos llamarla el despertar de conciencia, como muchos la han llamado , en ocasiones puede ser un proceso doloroso, eso depende de los apegos que tengamos hacia las creencias, ya que cuando se despierta ese deseo y comenzamos a caer en cuenta de que debemos cambiar por salud mental, de que no somos tan perfectos como nos creíamos, de que hemos cometido más errores de los que pensábamos, entonces aparece el dolor, un proceso totalmente natural, que a nadie le gusta transitar; sin embargo, es una etapa que nadie puede saltarse, en este proceso no hay corrupción para evitarlo, crecer y aprender duele, así como descubrir que en nosotros mismos existen cosas que nos dañan a nosotros y a las personas que nos rodean, inclusive a la gente que más amamos. Es por eso que algunas personas retardan el inicio de este proceso, ya que en su interior saben que existe un pendiente que deben enfrentar para poder crecer, y que no va ser cómodo; para crecer es inevitable la batalla con nosotros mismos, la batalla de los apegos vs el deseo de liberarlos y así de esa manera caminar sin ataduras, con un peso menor en la mochila que cargamos llena de creencias limitantes y actitudes, tal vez heredadas o tal vez que adquirimos y que practicamos de manera inconsciente, es decir, no actuamos, más bien reaccionamos a la vida. Todo líder debe despertar a este proceso, ya que, es el inicio de la conquista propia y de su entorno, el líder debe estar dispuesto a valerse del dolor de  crecer para entonces poder dirigir, siendo una inspiración y no un dictador. Existe una diferencia abismal entre el personaje que no ha iniciado un proceso de autoconocimiento y que tiene una posición jerárquica en la organización, y un ser humano que inspira; las diferencias son notables, en cuanto a la naturalidad con que actúa uno u otro; hasta podemos entrar en la disyuntiva si un líder nace o se hace, y me parece, que el líder se hace a base de develarse a si mismo.

     Cuando nace este deseo de conocernos a nosotros mismos, podemos decir, que este proceso se convierte en una ceremonia esotérica, ya que estas sirven para manifestar el contacto existente entre el ser humano que somos y nuestro yo superior, es en este proceso que entramos en contacto con nuestro interior para expulsar de nosotros lo que nos ha detenido y bloqueado para  convertirnos en lideres de nuestras propias vidas. El personaje que no ha despertado el interés de verse en el espejo, pone su voluntad a disposición de las ordenes de los hábitos, costumbres y creencias limitantes que lo gobiernan, en cambio, el ser humano que ha despertado el deseo de observarse frente al espejo, pone su voluntad a disposición de su propio corazón, para entonces iniciar un camino sin retorno, en la carretera del auto-conocimiento.